El futuro de Kylian Mbappé entra en un momento clave. El ultimátum impuesto por el París Saint-Germain al jugador ya ha cumplido, una vez pasado el 31 de julio. El club quería evitar a toda costa que pasada esa fecha el futbolista siguiera en la plantilla, para ahorrarse así los primeros 40 millones de la prima de fidelidad que tiene firmada en su contrato. Una vez que no lo han conseguido, la operación entra en un nuevo escenario que puede ser definitivo, después de abonarle la cantidad que le corresponde.
Mbappé cobraría los otros 40 millones restantes si continúa en el equipo el 1 de septiembre, pero parece improbable que así sea. El PSG está obligado a venderle si quiere evitar que se marche libre el próximo curso y, como ha repetido en varias ocasiones Nasser Al-Khelaifi, es la intención que tienen. No valoran la posibilidad de que el francés agote su contrato, que finaliza en junio de 2024.
El atacante tenía la opción de activar la cláusula de renovación automática hasta 2025 de forma unilateral hasta ayer. Una vez que no lo ha hecho, parece claro que saldrá este verano. A pesar de que ha dejado claras sus intenciones de cumplir su contrato y quedarse hasta junio, en el PSG han sido también claros y presionarán con las todas medidas que tengan a su alcance. La primera de ellas fue la de no dejarle subirse al avión que llevaba a la expedición a la gira por Japón y, en caso de que comience la Ligue 1 y no se haya marchado, no tendrían reparos en dejarle sin jugar.
Pero el tiempo realmente corre en contra del PSG. La directiva ha escuchado varias ofertas de distintos clubes por Mbappé, pero el único destino posible para el jugador es el Real Madrid. El conjunto blanco espera paciente a que se aceleren los movimientos para lanzarse a por él, aunque no tienen prisa por cerrar su fichaje. En caso de que no haya acuerdo, en el Bernabéu no tienen problema en esperar hasta enero para atarle, puesto que será entonces cuando puedan negociar libremente con el futbolista.
Semana clave
A partir de ahora es cuando se espera que la situación se desbloquee. Hasta el momento, Mbappé ha aguantado firmemente el pulso al PSG, negándose a salir y siendo castigado con quedarse fuera de la gira. Ha resistido a la presión y, en caso de que no haya acuerdo para cerrar su marcha, ha señalado que su intención sería la de aguantar en el equipo hasta que finalice su contrato.
La pelota está ahora en el tejado del PSG, que es quien debe aceptar la oferta que llegue desde Madrid. Al contrario de lo que sucedió hace dos veranos, cuando ni siquiera respondieron a la propuesta de los blancos, en esta ocasión son ellos quienes quieren desprenderse del jugador. Para evitar que el futbolista se vaya sin dejar un euro en las arcas del club, tienen que resolver su salida a lo largo de este mes. Por ello, los próximos días serán determinantes para que la operación avance.